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Si quieres evitar el fracaso en tu negocio, hay algunas cosas que debes hacer. En primer lugar, asegúrate de que tu negocio se basa en una idea sólida. Una vez que tengas una buena idea, asegúrate de ejecutarla bien. También tienes que ser un apasionado de tu producto o servicio, y trabajar duro para mantener contentos a tus clientes. Por último, asegúrate de estar siempre aprendiendo y creciendo, para estar por delante de la competencia.
Si no estás teniendo éxito en tu negocio, es hora de dar un paso atrás y hacerte algunas preguntas importantes. ¿Tienes el equipo adecuado? ¿Estás ejecutando tu estrategia? ¿Estás comercializando tu negocio con eficacia? ¿Puedes ajustar tu enfoque si es necesario? Fracasar en tu negocio no es una opción, así que asegúrate de que haces todo lo posible para tener éxito.
Deja de contratarte a ti mismo
He aquí una fórmula para delegar en las personas adecuadas, cuando no tienes que dirigir, supervisar o motivar a tus empleados, estás delegando de verdad. Por ejemplo, uno de mis clientes tuvo que despedir a su gerente. Su gerente estaba a cargo de las operaciones informáticas. Decidió ascender a alguien de la empresa para que ocupara su lugar. Contrató a un consultor informático para que formara al nuevo empleado.
El problema de esto es que la persona a la que estaba formando carecía de conocimientos informáticos. Era una forma muy cara de sustituir a su jefe original. Se dio cuenta de que se había contratado a sí mismo. También carece de conocimientos de informática y tenía demasiada empatía con su nuevo gerente. Recordaba cuando era más joven y quería dar a su nuevo gerente una oportunidad de avanzar.
Esa empatía le estaba costando tiempo, dinero, productividad y las cuantiosas facturas de los asesores informáticos. Le sugerí que contratara a alguien con experiencia informática y que dejara de sufrir. Aceptó y en dos semanas su negocio volvió a estar en marcha. Estaba demasiado cerca de la situación para verlo con claridad.
Aprende de tu pasado
Al igual que un niño tiene que caerse un par de veces cuando aprende a montar en bicicleta, los empresarios también fracasan cuando aprenden a tener éxito. Aprende del pasado y establece sistemas y estructuras para que lo que haya ocurrido no vuelva a suceder. Resuelve los problemas para toda la vida, no sólo una solución rápida. No dirijas tu negocio como un bombero, hazlo como un arquitecto. Construye un futuro sostenible en lugar de apagar los incendios diarios.
Prepárate a ti mismo y a tu empresa para la máxima productividad
Proporciona a todo el mundo los ordenadores y otras herramientas que necesitan para procesar la información inmediatamente. Automatiza la presentación de informes, el acceso y el flujo de información para que no sea necesaria la ayuda humana.
Crea una cultura de contratación interna basada exclusivamente en el rendimiento, no en la antigüedad. Consigue un sitio web. La web está creciendo a pasos agigantados. El gasto que supone el funcionamiento de un negocio hoy en día puede obstaculizar la posibilidad de ofrecer a tus futuros clientes productos y servicios eficientes. Tus futuros clientes no querrán pagar tus gastos generales. La web te ofrece la posibilidad de comercializar tu negocio a millones de personas de todo el mundo.
Ten un plan de rentabilidad y financiero. También un presupuesto y un proceso de medición para saber cómo te va mensualmente. Si no sabes en qué punto te encuentras financieramente y no tienes objetivos financieros a corto y largo plazo, entonces sólo estás dejando que el destino dicte tu éxito y sabemos que esas probabilidades no son demasiado buenas. ¡Controla tu propio destino!
Desarrolla relaciones
El éxito de tu negocio está en relación directa con la calidad de las relaciones en tu vida. Define las personas clave que pueden ayudarte a hacer crecer tu negocio y comprométete a dedicar tiempo a desarrollar tu relación con ellas. Pasa un día a la semana con tus mejores clientes escuchando, colaborando, sugiriendo, comprendiendo. Establece una relación entre tú y tus clientes; no sólo una relación de venta.
Lo que ofrecerás o venderás a los clientes dentro de cinco años puede cambiar en forma o fondo a lo que ofreces ahora. Aprende de tus clientes en lugar de limitarte a venderles. Los clientes aprecian mucho compartir sus opiniones y necesidades con las empresas que les escuchan. Deja que el cliente cree las preguntas de una encuesta en lugar de limitarse a dar sus respuestas. Un coach puede ayudarte a desarrollar un sistema de aprendizaje de sus clientes y a desarrollar relaciones.
Mantén un equilibrio saludable
Tienes que ser capaz de alejarte regularmente y recargar las pilas. Ten tiempo para tu familia, porque si ellos sufren es casi seguro que tu negocio también lo hará. Planifica tu tiempo libre para los próximos tres meses. Esto suele ser lo primero que la gente elimina. Después de programar tu tiempo libre en tu agenda, saca las tijeras y recorta el tiempo de tu agenda para resistir la tentación de borrar, tachar o blanquear tu tiempo libre programado.
Sé un modelo de excelencia y fomenta lo mismo en tus empleados
Los empresarios quieren hacer crecer su negocio. Para que tu negocio crezca, tú debes crecer personalmente. Tus esfuerzos se emplean mejor en desarrollarte a ti mismo. Si no das lo mejor de ti mismo o dejas que un producto de calidad inferior salga por la puerta de un cliente, estás enviando un mensaje a tus empleados de que no respetas a tus clientes ni tu trabajo. Tus empleados también adoptarán esa opinión.
Haz que tus empleados participen en el juego de la productividad.
Uno de mis clientes decidió jugar al juego de la productividad con sus empleados. El juego consiste en que los empleados participen en los beneficios del dinero ahorrado en un año. Al cabo de una semana le pidieron que relevara a la empresa de limpieza de sus funciones. Se turnaron para limpiar la oficina en su tiempo para reducir los costes de funcionamiento. Mi cliente estaba encantado. Ofrece recompensas monetarias cuando las ideas produzcan aumentos en el resultado final y un estímulo positivo para el proceso. Crea un ambiente en el que los empleados estén dispuestos a hablar contigo.
Las dos mejores fuentes de información sobre cómo va tu empresa y cómo mejorarla son tus empleados y tus clientes. Presta atención a ambos.
No te duermas en los laureles
Estate siempre dispuesto a cambiar. Busca cosas que hacer de forma más eficiente o cómo mejorar tu servicio o producto. Identifica y elimina todas las consecuencias y riesgos posibles. Asegúrate en los puntos más vulnerables de tu negocio. Ocúpate de todas las cuestiones legales. Los errores de juicio y los cambios de tendencia pueden tener un impacto negativo en tu negocio.
Minimiza todos tus riesgos
Un coach te ayudará a identificar todos los acontecimientos, personas, tendencias, etc. que pueden afectar negativamente a tu negocio. ¿Dónde eres más vulnerable en tu negocio? Cuentas por cobrar, empleados, proveedores, etc. Evalúa constantemente a tu competencia y compárate con ella. En el momento en que crees que no necesitas mejorar nada, es el momento exacto en que te estás cegando y puedes verte fácilmente afectado por el crecimiento de tu competencia.
Acaba con la mentalidad del llanero solitario
Dirige tu negocio con integridad
No puedes esperar pasivamente tu verdad interior; envíala respetuosamente. Dirígete continuamente hacia tu interior, en silencio, formulando amablemente las preguntas adecuadas para que las señales sutiles se vuelvan más claras. La integridad es algo que sólo tú puedes definir. Nadie puede decir que no eres íntegro,. Cuando te sientas estresado es un indicio real de que necesitas restablecer tu integridad. Con la integridad en su sitio eres completamente libre.